Tocineando a la Bipolar

De todo lo que soy y lo que tengo

Vampiros emocionales I: Características y reglas enero 24, 2011

Están ahí afuera, disfrazados como gente normal hasta que sus necesidades internas los convierten en depredadores. No buscan vuestra sangre, sino vuestra energía emocional. Tienen el poder no solo de exasperaros, sino de hipnotizaros, de obnubilaros la mente con promesas falsas hasta enredaros en sus hechizos. Los vampiros emocionales os atraen para luego vaciaros.

Al principio parecen mejores que las personas corrientes. Son brillantes, encantadores. Os caen bien, confiáis en ellos, esperáis más de ellos que de otras personas. Esperáis más, pero recibís menos y al final os capturan. Los invitáis a que entren en vuestra vida y rara vez os dais cuanta del error hasta que han desaparecido, dejándoos vacíos, las carteras vacías o, quizá, el corazón roto. Aún entonces os preguntáis… ¿serán ellos o yo? Son ellos. Vampiros emocionales

Características de un Vampiro Emocional

Inmadurez frente a maldad: No son intrínsecamente malos, pero su inmadurez les permite operar sin pensar si sus actos son buenos o malos. Estrategias exitosas para enfrentarse a ellos, consisten en: establecer límites, estar preparados para las contingencias, ser consistentes, mantener los discursos al mínimo, recompensar la buena conducta y soslayar la mala y, de vez en cuando, castigarlos.

La regla de todos y nadie: Todo el mundo posee algunas características, incluidos vosotros mismos, de cada uno de los tipos de vampiros. La mayoría de las personas difíciles son una combinación de dos o más tipos de vampiros. Los vampiros emocionales pueden crecer y convertirse en seres humanos sanos, aunque hace falta un gran esfuerzo por su parte. Y la vuestra.

Las reglas en las que se basan

Los vampiros se rigen por reglas completamente diferentes. No son justos, pero sí bastante consistentes.

Mis necesidades son más importantes que las vuestras: Operan con el egoísmo de los depredadores y de los niños. Si vuestras necesidades coinciden con las de ellos, los Vampiros Emocionales pueden ser trabajadores entusiastas, compañeros cariñosos y buena compañía en general. Pero todo cambia cuando vuestras necesidades entran en conflicto con las suyas. Ahí es cuando sacan los colmillos.

Las reglas se aplican a otras personas, no a mí: Creen que tienen derecho a sacar ventaja de no regirse por las reglas que siguen otras personas. Se saltan los turnos, no esperan en las colas…

No es mi culpa, jamás: Los vampiros jamás cometen errores, nunca se equivocan y sus motivos siempre son puros. Otras personas se aprovechan de ellos de forma injusta. Los vampiros no asumen la responsabilidad de su propia conducta, en especial cuando conduce a consecuencias negativas.

Lo quiero ahora: Los vampiros no esperan. Si os interponéis en su camino o intentáis retrasar su gratificación, os encararán con gruñidos.

Si no me salgo con la mía, me da una rabieta: Cuando no se salen con la suya, son capaces de crear una imponente serie de desdichas para las personas que les han negado algo. Son explosiones emocionales manipuladoras. Muchas de las cosas irritantes que hacen cobran sentido cuando se las considera como rabietas…