Tipos de Vampiros Emocionales
Antisociales: Los vampiros antisociales son adictos a la excitacion. Lo único que buscan en la vida es pasárselo bien, un poco de acción y una gratificación inmediata de todos sus deseos. La gente los acepta con facilidad y rapidez, y con igual rapidez queda cautivada por ellos. Aparte de la diversión momentánea, poco más tienen que dar.
Pueden ser:
Intrépidos: Son fantásticos para detectar a personas a las que les vendría bien un poco de diversion, en particular la diversión que se rebela contra la autoridad. Llevan a la práctica la fantasía adolescente. Las pataletas de los intrépidos: varían de la ira encendida a la fría indiferencia.
Engañosos: No es que se dediquen a mentir por amor al arte, sino que desean tanto las cosas que quieren que no les importa mentir para obtenerlas. Para sus presas la distinción carece de importancia. Vosotros lo tenéis, ellos lo quieren, y mentirán, engañarán o robarán satisfechos para conseguirlo. Por lo general son demasiado astutos para exhibir pataletas grandes y ruidosas.
Bravucones: Están enganchados a la emoción. La droga de su elección es la furia. La ira los transporta a una realidad alternativa simple y violenta, en la que sobrevive el más fuerte. En sus mentes, los fuertes son ellos. Les gusta el poder, pero no lo entienden. Los vampiros bravucones esperan que tratéis sus rabietas como si fueran amenazas mortales. Haced lo inesperado. Nadie merece que se le grite. Lo mejor es largarse.
Histriónicos: Viven para conseguir atención y aprobación. Todo lo que veis no es más que un espectáculo, y bajo ningún concepto es lo que recibiréis. Son expertos en ocultarse sus propias motivaciones. Si cuestionáis eso, lo más probable es que sufráis. Es asombroso el daño que pueden causar las personas agradables. Lo que hay que entender es que su conducta va más dirigida a engañarse a sí mismos que a engañaros a vosotros.
Pueden ser:
Actorcetes: Harán cualquier cosa por llamar la atención. Tratan de conseguir la máxima atención posible, y poco les importa que sea positiva o negativa. Hacer que se fijen en uno es un deporte competitivo, y los vampiros actorcetes son los verdaderos profesionales. Si los criticáis u olvidáis los halagos, sufriréis sus pataletas. Emplean los exabruptos tanto como armas y amenazas, o simplemente como expresiones de exhuberancia general. Sin embargo, las lágrimas son su especialidad.
Pasivo-Agresivos: Anhelan la aprobación. Siempre están haciendo lo que se supone que deben hacer, pensando lo que se supone que tienen que pensar y sintiendo lo que se supone que deben sentir… Puede que os preguntéis como unas personas tan agradables pueden crearle problemas a alguien. La respuesta es sencilla: Lo que no sepan no os puede hacer daño. Cuando están molestos con vosotros, lo demuestran poniéndose enfermos, malinterpretando vuestras instrucciones o hablando de vosotros con otra persona. Si os enfadáis os consideran alguien que abusa y se consideraran justificados a emprender una acción de represalia.
Narcisistas: Viven sus fantasías grandiosas de ser las personas más inteligentes, con más talento y las mejores del mundo. No radica tanto en que se consideren a sí mismo mejores que otros, sino que no piensan nada en los demás. Sin importar lo que digan, rara vez, hacen algo que no sea por motivos egoístas.
Pueden ser:
Los Leyenda: Los narcisistas que no pueden convertir sus grandiosos éxitos en realidad, pueden convertir su realidad en sueño. Llámese rabieta de culpabilidad. Cuando notan que están en un gran apuro, pueden prorrumpir en un torrente de autoreproche.
Los Superestrella: Creen en lo más profundo de su alma, que son las personas más importantes de la Tierra… Si deseáis decirles que no son tan grandes como se creen, marcharos rápidamente porque os destruirán. Estos narcisistas saben cómo trabajar y cómo vender. Son más respetados que queridos. No entréis en su mundo a menos que sepáis salir de él. Castigan con severidad los pequeños fallos. No ignoréis sus rabietas: destruyen la moral y hacen a las personas recurrir a sus abogados. También tienen otro tipo de rabietas más calmadas, pero mucho más destructivas. Utilizan su poder para asustar a la gente.
Obsesivos Compulsivos: Son adictos a la seguridad, que creen que pueden conseguir mediante una atención escrupulosa al detalle y al control completo sobre «todo». No disfrutan haciendo daño a los demás, pero lo harán si vuestros actos amenazan su sentido del control. No es su intención vengarse, pero se sienten impelidos a manifestar su opinión. Están obsesionados por el control. No os dejéis engañar, bajo todo ello los Obsesivos-Compulsivos son abusones.
Pueden ser:
Perfeccionistas: Tratan de controlar vuestras acciones, lo que hacéis y cómo lo hacéis. El perfeccionismo es un vicio enmascarado de virtud. Los perfeccionistas normalmente cumplen las reglas, les guste o no. Son fáciles de reconocer: no pasa mucho tiempo sin sentirse ofendidos por algo.
Puritanos: Tratan de controlar vuestra alma. Pretender hacer el mundo seguro a través de la verdad, la justicia y el amor y utilizan la censura, el castigo y la crueldad. Son una mezcla de contradicciones. Convierten vuestra vida en un infierno con la intención de llevaros al cielo. ¿Por qué los puritanos son tan mezquinos? Porque no comprenden que la virtud es la única recompensa. Recordad que las palabras siguen siendo sólo palabras.
Paranoicos: Su objetivo es conocer la verdad y desterrar toda ambigüedad de sus vidas. Estos vampiros miran debajo de la superficie de las cosas en busca de significados ocultos y realidades más profundas. Los paranoicos creen en lo que dicen. Si tenéis algo que ocultar, un vampiro paranoico lo encontrará. La única protección que tenéis es manifestar la verdad clara y sin adornos. . Si perciben traición, atacarán con tanta rapidez que nunca sabréis qué os dio y por qué.
Pueden ser:
Visionarios: No dejéis que la fuerza de su convicción para persuadir pueda ignorar los hechos. Buena parte de las ideas que se oyen a diario son producto del pensamiento paranoico. Algunas ideas paranoicas son novedosas, útiles y rentables. El truco es saber la diferencia.
Monstruos de Ojos verdes: La lealtad lo es todo para ellos, tan importante, que simplemente no pueden aceptarla sobre la base de la fe. La hurgan, pinchan y a menudo la cuestionan a muerte. Dan lugar a los celos paranoicos.
Cuando las rabietas de los Paranoicos comienzan, por lo general duran toda la noche: lágrimas, explicaciones, sermones, razonamientos enmarañados, preguntas celosas, angustias exhibicionistas…
Trucos para defenderse de los vampiros emocionales:
Vosotros, no los vampiros tenéis el control. Pretenden convenceros que no existen otras opciones más que someteros a ellos. Recordad: Siempre existen otras opciones, alternativas diferentes incluso marchándose.
La fuerza proviene de la conexión. Utilizan la hipnosis para alejaros de la gente en quien confiáis y os convencen de cambiar las normas por las que os regís. Recordad: Guardar herméticamente vuestros valores y seguid creyendo en vuestros viejos amigos.
Seguridad significa enfrentaros a vuestros miedos. Los vampiros emocionales utilizan el miedo y la confusión para controlaros. Recordad: No huyáis asustados. Dad la vuelta. Cuando tratáis con vampiros, la elección que parece más aterradora es normalmente la correcta.